Los Errores De La Idolatría
Dios ha dejado claro en Su Palabra que está prohibido hacer, tener y rendir culto a cualquier tipo de imagen. El hecho de que la imagen pretende representar a Cristo, a María u otro santo no la salva de la prohibición divina, enunciada en los diez mandamientos.
"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás (Éxodo 20:4-5).
Aproximadamente cuarenta años más tarde, Moisés repasó los mandamientos divinos con la siguiente generación. Nada había cambiado.
"Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra" (Deuteronomio 4:15-18).
"No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás" (Deuteronomiio 5:8-9).
Pero Israel desobedeció, y generaciones después el profeta Isaías, inspirado como portavoz de Dios, reprendió a la nación por sus imágenes.
"¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva. ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar" (Isaías 40:18-22).
Más adelante describió con indignación el proceso por el cual todavía hacen las imagenes religiosas. Escribió 700 años antes de Cristo, pero al leerlo parece que estaba viendo las cofradías y todos los que hacen y veneran imágenes en la Iglesia Católica Romana.
" ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?" (Isaías 44:10-20)
Siglos después, el apóstol Pablo fue inspirado por Dios para hablar del asunto de las imágenes, y vemos que nada había cambiado. Dijo:
"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas... no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan" (Hechos de los Apóstoles 17:24-30).
Resumiendo: Dios manda lo siguiente acerca de las imágenes:
1. No hacerlas.
2. No rendir culto a ellas ni honrarlas.
3. Si has hecho esas cosas, aunque haya sido en ignorancia o con buenas intenciones: arrepiéntate.
Los judíos lo sabían desde el principio. Las demás naciones han sido advertidas por los santos apóstoles a dejar todo uso de imagenes religiosas. Es pecado. No honra a Dios, ni le agrada. Las imagenes le son abominación. Son, como dijo Isaías, "pura mentira".